viernes, 1 de enero de 2010

María Reiche, La sacerdotisa de Nazca

Juan José Vega

María Reiche tuvo que luchar contra la indiferencia cultural del medio y la agresividad de la ignorancia. Fue lucha de todos los días; todos los días de medio siglo. Abultadas páginas se podría escribir en torno a los "niños bien" que cruzaban en autos y en motos por encima de las frágiles figuras, o sobre los choferes que, cruzándolas, ahorraban distancias para ir a las haciendas próximas, o del mal turismo depredador. Hubo quienes ingresaban en masa, a la zona de las líneas, para extraer no recuerdo qué rocas metálicas; y hasta oro buscaron muchos. Otros arrojaban desmontes.

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